Los trastornos del habla y del lenguaje son una patología relativamente frecuente en la infancia, y que preocupa a padres y profesionales de la salud. Tienen una prevalencia cercana al 5-8% en preescolares y a un 4% en escolares; y su mayor importancia radica en el hecho de que alteran la capacidad de comunicación del niño con sus padres e iguales.
En la etapa escolar, los trastornos del habla y del lenguaje, pueden asociarse a dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura, a un rendimiento escolar deficiente, y en forma secundaria a trastornos en la esfera conductual y emocional.
Existen varios tipos de trastornos asociados al habla:
-
Dislalias: se manifiesta por la presencia de errores en la articulación de la palabra por la función incorrecta de los órganos periféricos del habla sin que haya ningún tipo de lesión ni malformación de los mismos. Se puede observar omisión, sustitución, inversión o distorsión del fonema. Existen dos tipos:
-
Dislalia fonética: el error de pronunciación persiste en la repetición de la palabra, sílaba o fonema.
-
Dislalia fonológica o Trastornos fonológicos: el error en la articulación de la palabra, síl
aba o fonema no se da en la repetición del mismo.
- Disfemia: consiste en un trastorno de la fluidez del habla que afecta principalmente al ritmo de la expresión verbal. Se muestra como una alteración del discurso, acompañada de otras manifestaciones que alteran la coordinación fono-respiratoria.No existe anomalía en los órganos de fonación. También llamada tartamudez.
- Disprosodia: es la alteración en el ritmo de la palabra como consecuencia de una disminución o incremento grande en la velocidad del habla. Algunos autores la incluyen dentro de las disfemias.
- Disartria: constituye un trastorno de la articulación de la palabra debido a a¡teraciones del control muscular de los órganos del habla, causado por lesiones del sistema nervioso central y/o periférico.
- Disglosia: consiste en una dificultad de la producción oral debida a alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de los órganos articulatorios. Su causa es de origen orgánico y periférico, no central, es decir, de los órganos fonatorios o implicados en el habla. Ejemplos: labio leporino, paladar escindido, macroglosia, nasalidad, etc.