El mutismo selectivo es un
problema de inhibición del habla que suele tener su inicio en la etapa preescolar. El trastorno se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la capacidad del habla conservada, inhibe selectivamente la respuesta verbal delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas “de confianza” de su entorno familiar (normalmente padres y hermanos).
En algunas ocasiones, el mutismo puede iniciarse progresivamente como consecuencia de una timidez extrema o también a partir de alguna situación estresante (hospitalización, cambio de residencia, ciudad, etc.). Sea como fuere, el mutismo selectivo puede resultar altamente incapacitante tanto en el terreno educativo como en el social para los niños que lo padecen y siempre representa un problema a tratar.
Esta inhibición del habla raramente remite de forma espontánea y puede prolongarse durante muchos años si no se interviene.
Criterios DSM-IV-TR |
A) |
Incapacidad persistente para hablar en situaciones sociales específicas (en las que se espera que hable, como, por ejemplo, en la escuela) a pesar de hablar en otras situaciones. |
B) |
La perturbación interfiere con el rendimiento escolar o laboral o con la comunicación social. |
C) |
La duración de la perturbación es de por lo menos un mes (no se limita al primer mes de la escuela). |
D) |
La incapacidad para hablar no se debe a una falta de conocimiento de, o a no encontrarse cómodo con, el lenguaje requerido en la situación social. |
E) |
La perturbación no se explica mejor por la presencia de un trastorno de la comunicación (por ejemplo, tartamudeo) y no aparece exclusivamente durante el curso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico. |
Como se puede apreciar el mutismo selectivo requiere de una
evaluación precoz y un rápido tratamiento para que pueda eliminar la conducta y comunicarse sin problema.